Cuando entramos en Almedina, lo primero que despierta nuestra atención, son los grandes cuadros distribuidos por todo el pueblo, obras pertenecientes a su hijo natal, Fernando Yáñez de la Almedina y principal discípulo de Leonardo da Vinci.
Entre sus obras destacan las cuatro expuestas en el Museo del Prado: Santa Catalina de Alejandría (su obra maestra), San Damián, Santa Ana con la Virgen y el Niño y una tabla adquirida hacia 1992, Cristo resucitado y Santos apareciéndose a la Virgen, que debe pertenecer a su etapa en Cuenca.
En el museo al aire libre del pueblo podemos contemplar un total de 26 copias
de la obra más representativa de Yáñez, haciendo un estupendo recorrido
por el mejor renacimiento español. Andar por las calles de Almedina
descubriendo las obras del pintor, es otro de los activos turíticos que nos ofrece el Campo de Montiel.
Ermita de los Remedios
la única que se conserva de las ocho que rodeaban el pueblo de
Almedina. De estilo romanico y mudéjar de los siglo XlV al XVlll, su
interior envuelve al visitante por la simplicidad de su construcción, a
la vez, esta pequeña joya nos transmite sosiego y nos invita a la
meditación. En ella se observa una pequeña cúpula donde se aprecian
pinturas decorativas populares de buena calidad que datan de 1725.
Iglesia de Santa María Del siglo XlV situada
en lo más alto del pueblo, y asentada sobre una antigua mezquita árabe.
Cuenta con tres naves separadas por columnas que llegan al artesonado
único que caracteriza esta iglesia.
Debido al
terremoto de Lisboa en 1820, se pueden apreciar en las dos columnas
donde se encuentra el altar una ligera inclinación de las mismas.
También en el mismo terremoto quedó completamente destruido un retablo
de realizado por Fernando Yáñez. Su torre octogonal es otra de las
peculiaridades de esta iglesia. En esta iglesia sevenera la imagen de
Nuestra Señora del Rosari patrona de Almedina.
